Sede CANóNICA

La Parroquia de San Lázaro

Desde su fundación en el año 1942, la Hermandad de Jesús en su Tercera Caída tiene su sede canónica en la iglesia parroquial de San Lázaro Es esta populosa parroquia ubicada al norte de la ciudad, cuya fecha de creación es desconocida, pero en todo caso muy antigua, puesto que el primer libro de bautismos que se conserva de ella se inicia en el año 1526, anterior al decreto del Concilio de Trento que obliga al establecimiento de libros sacramentales en todas las parroquias, publicado en 1562.

El primitivo templo parroquial era un pequeño y pobre edificio del estilo románico popular construido en los siglos XII o XIII. Anejo tenía un hospital de peregrinos, o un lazareto, del que probablemente procede la titularidad del templo, que fue de patronato real. Este hospital desapareció en el siglo XVIII.

A medida que la población fue creciendo la capacidad del templo fue resultando insuficiente, por lo que en varias ocasiones los párrocos pensaron en resolver la situación, incluso hubo uno que en el primer tercio del siglo XIX edificó los cimientos y el comienzo de los muros para uno nuevo, ampliando el solar del primitivo, que no pudo proseguir por falta de fondos. Por fin en el año 1929 se comenzó la construcción del actual, según proyecto del arquitecto D. Gregorio Pérez Arribas, por el constructor lazarino D. Lorenzo Nieto. El día 8 de febrero de 1930 el Sr. Obispo de Sigüenza D. Eustaquio Nieto Martín, nacido en este barrio y gran devoto de la Virgen del Yermo, bendijo solemnemente la nueva iglesia de San Lázaro con cuya ocasión se celebraron grandes festejos. Debido a la escasez de recursos la edificación es humilde, reutilizando los materiales de la antigua demolida, con piedra de mampostería y ladrillo macizo. Destaca su fachada con dos airosas torres y un ventanal central en un estilo ecléctico.

En su interior se han conservado algunas imágenes en madera, la del titular San Lázaro y las de Santa Águeda y San Antón, además de una notable tabla de la Piedad atribuida a Alonso de Remesal el Viejo. Cabe destacar el retablo mayor incorporado un mes antes de la inauguración del templo, procedente de la desaparecida ermita de Nª. Sra. del Socorro y diseñado en 1720 por Joaquín Churriguera, autor también en nuestra ciudad de la portada occidental de la iglesia de San Ildefonso, así como un valioso Crucificado renacentista, llamado el Cristo de la Guerra, llegado desde la también desaparecida iglesia de San Bartolomé, junto con el frontal del altar mayor. Otras tres tallas se San José, San Juan Bautista y la Inmaculada son un depósito de parte del Obispado de Zamora.

Adosada a la nave central se encuentra la capilla de la Stma. Virgen del Yermo, patrona del barrio, donde se venera su imagen tallada por el imaginero zamorano Ramón Álvarez en 1877, que sin duda sustituye a otra anterior de la que nada conocemos. En este mismo lugar se venera también una pequeña imagen de Cristo Yacente del siglo XIV. Las vidrieras de la capilla al igual que las de la nave, elaboradas en vidrio y hormigón, junto con las hermosas lámparas de hierro, son obra del artista zamorano Javier Lozano Suárez en 1986.

Desde el año 2009 vuelve a estar en la parroquia la valiosa imagen de Jesús en su Tercera Caída, titular de la Hermandad, inicialmente en un soporte formado con los paños de la anterior mesa procesional en desuso, y desde 2015 en un nuevo altar diseñado por el pintor Antonio Pedrero, ubicado en una hornacina preexistente en el muro derecho de la iglesia. A ambos lados de la hornacina están colocadas en dos paneles simétricos las catorce estaciones del vía crucis modeladas en fibra de vidrio simulando bronce por el escultor benaventano José Luis Alonso Coomonte, que habían formado parte de la mesa procesional anteriormente citada.