El sonido de los clarines y los tambores rompen su silencio de dos años y sus ritmos acompasados se escuchan en la distancia.
Aunque desde antes de diciembre llevan ensayando y preparando el desfile de este año, desde hace pocas semanas han aumentado la duración e intensidad de los ensayos con la participación de todos los miembros de la banda que permanecen inalterables en sus puestos sin importar el cansancio o las condiciones adversas del tiempo y las circunstancias especiales de la pandemia, bajo la atenta supervisión de la profesionalidad de su querido Jefe de banda.
También asisten, con el mismo Jefe de Banda, todos los pequeños de la banda de cierre que quieren ensayar a diario, además de los ensayos matutinos de los sábados en Valorio.